jueves, 26 de marzo de 2015

A quien echo de menos

Llevo un tiempo pensando en todas aquellas personas que en algún momento se cruzaron en mi vida. Algunas siguen en ella, otras no, y las hay que de vez en cuando. Soy consciente de que lo de levantar el teléfono y llamar no va mucho conmigo, y que tampoco me caracterizo por ser especialmente cariñosa. Pero algo que sí tengo, es que considero que siempre voy a estar para quién pasó (se fue o se quedó) por mi vida y me hizo sentir bien, feliz o que de cualquier modo influyó positivamente en mí. Tal vez ellos no saben esto y yo haya fallado en este punto. La vida da muchas vueltas, y yo he girado con ella. Diferentes motivos me han alejado, el tiempo, la distancia o cómo yo he ido cambiando, no lo se. A veces me entristecen ciertas ausencias, otras me siento agradecida por todas aquellas que han estado conmigo, pero muy a menudo tengo un sabor agridulce porque os echo de menos. 



Y no se porqué hoy me da por volver y escribir esto. Pero hace un tiempo pasé por aquí y me encontré con la Julia de diecinueve años y me gustó, así que dejaré esto por si otro día vuelvo.

3 comentarios:

  1. Julia, yo soy igual que tu.
    Y durante mucho tiempo me he sentido mal por ser así. Aun me siento mal, de hecho. Pero también he aprendido que quien de verdad te quiere, quien te aprecia de corazón, aquel que es tu amigo o amiga de verdad, te espera. No te juzga. Sin condiciones. Con paciencia. Y, simplemente, cuando te vuelve a ver, te abraza, sonríe y ríe contigo y todo sigue en aquel punto donde quedo la ultima vez.
    Quizá sea que no necesitamos tanto el contacto con otras personas para seguir queriéndolas de todo corazón. Yo lo hago, aunque solo unos pocos lo entiendan. Y sé que tu también.
    Me ha alegrado mucho volver a leerte.

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  2. Aunque las habitaciones 42 y 27 estén lejos (las separan habitaciones, escaleras y pasillos infinitos) están amuebladas de una forma casi idéntica y eso las hace sentirse cerca. A 42 y 27 las separan 15 habitaciones y las une la amistad de verdad, esa de toda la vida. Te queremos mucho hermana.

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  3. Sabias palabras, hay quienes incluso se ven en la tesitura de echar de menos en silencio, al borde de la entropia, privando al otro de la bonita ilusion de saberlo, y alegrarle auque sea unas comillas en su sonrisa.

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